Los perros deberán estar debidamente vacunados y desparasitados, presentando la cartilla sanitaria.
En caso de enfermedad, el perro se llevará al veterinario que el dueño nos indique. Las costas de la consulta serán por su cuenta, excepto cuando sea por accidente y se demuestre que ha sido provocado en la residencia canina.
Existe un control veterinario.
En caso de muerte inesperada, la recogida y incineración será por cuenta de su dueño.
No se admiten perros agresivos o con problemas de comportamiento.